A diferència de la immensa majoria de socialistes mallorquins, Francesc Antich no traspua optimisme. És un polític experimentat, i no en té prou amb Ana Belén, la camisa blanca i quatre tassonets de vi a l'Almudaina, per creure's que vivim a l'indret més meravellós del món. Tanmateix, ha de fer el cor fort. Ahir va telefonar a Josete Zapatero per desitjar-li bones festes. Tribulete, situat sota la taula d'Antich, va enregistrar la conversa. Aquest n'és el preàmbul: riiing, riiing! I a continuació comença el diàleg entre ambdós estadistes:
Antich.- Presidente, molts d'anys!
Zapatero.- No te creas que sean tantos, Xisco. Además, Sonsoles me ha procurado un tinte para canas y pestañas que me permitirá adquirir un moreno torero que contrastará muy positivamente con el rubio de Su Majestad. Porque no es bueno que a los republicanos nos confundan con los monárquicos. Ya sabes: juntos sí, pero no revueltos.
Antich.- Presidente, feliz Navidad y próspero año nuevo de parte de la familia socialista balear.
Zapatero.- Hombre, gracias. Ya se te ha adelantado Ramón.
Antich.- En Socies...!?
Zapatero.- Este mismo. Pero no te creas que se haya saltado el protocolo. Me ha llamado para comentarme el éxito de la recepción constitucional y para saber, de paso, qué obsequio desearía que me dejara Papá Noel en Mallorca. Y oye, Xisco, muy bueno lo de Ramón con Ana Belén. Hay que renovar las esperanzas de la base, camarada.
Antich.- Ja ho voldria, jo!
Zapatero.- ¿Qué dices?
Antich.- Que no siempre se gana Zamora en una hora. No te creas que sea tan fácil apostar por la esperanza. Te lo digo muy de veras.
Zapatero.- Hombre, no me seas derrotista que si se lo comento a Pepiño te manda una amonestación.
Antich.- No, si jo faig una cara de rosa...
Zapatero.- Nada, nada. ¿Has comprado los turrones?
Antich.- En casa hacemos tambor d'ametlla, siguiendo las viejas tradiciones.
Zapatero.- Pues a ver si me envías un tamborcillo de éstos, que vamos a necesitar un tambor del Bruc para meterle el miedo en el cuerpo a Mariano. Yo, en justa correspondencia, no creas, voy a enviarte un décimo de Doña Manolita, a ver si agarramos un buen pellizco y nos nombran directivos de la Caixa por méritos propios. Oye, de tu décimo dale una participancioncilla a Ramón. Que este chico es una promesa, te lo digo yo. Y algo a Felipón, que los históricos son merecedores de un respeto.
Antich.- ¿I què em quedarà per a mi? ¿Quatre duros i un velló...?
Zapatero.- No te me hagas el remolón, camarada, que te oigo. No te entiendo, pero te oigo. No te me hagas el remolón, y recuerda la consigna de Don Pablo Iglesias: uno para todos y todos para uno.
Antich.- Ges! I això que no ho deien els mosqueteros?
Zapatero.- Bien pudiera. Ya sabes que los franceses, a la hora de plagiar, son únicos. Fijate cómo nos robaron a Picasso. Menos mal que Laporta les devolvió la pelota fichando a Ronaldinho, que si no íbamos apañados.
Antich.- Presidente, ahora que le tengo en el otro lado del aparato, permítame recordarle que nos urge saber el perfil de quien hemos de designar para candidato a alcalde de Palma.
Zapatero.- Eso está hecho. Mira, Xisco, coge papel y lápiz y dibuja lo que te digo: con un seis y un cuatro, ahí tienes tu retrato. ¿Ya tienes a tu hombre?
Antich.- La verdad es que no. Nunca fui un cerebro en matemáticas.
Zapatero.- Si el dibujo no se parece a nadie a quien conozcas, búscalo por aldeas y villorrios. Pero, Xisco, camarada, espabila. El candidato puede ser cualquiera mientras no sea un curilla, que con los curillas estamos de uñas.
Antich.- También quería hablarle del estatuto, presidente.
Zapatero.- Ya te he dicho otras veces que no te preocupes por los Países Catalanes, que este asunto lo lleva personalmente la chacha de la Moncloa. Sonsoles me ha dado garantías: va a dejarlo limpio como una patena.
Antich.- Perdone, presidente. Yo me refería al estatuto balear.
Zapatero.- ¿O hay un estatuto balear...? Bueno, mira, proponed cosillas, pero sin pasaros. Elaboras un informe y se lo envias a Pepiño Blanco. No os prometo nada, aunque ya sabes, quien limosnea algo consigue.
Antich.- ¿Pongo que somos una nación?
Zapatero.- Hombre, camarada, un mínimo de seriedad. Para nación, España. Lo demás, regiones con su excelente gastronomía, con su folclore, etcétera. Mira, cultívate intelectualmente y bucea en la historia. Verás como el Doctor Negrín y José Antonio compartían lo de que España es una unidad de destino en lo universal.
Antich.- Idò, de cossiers, n'hi pot haver a Montuïri, però no n'hi ha a la Península. Què m'han de dir, a mi, si en Negrín o la Falange...!
Zapatero.- Xisco, te recuerdo que permiso para alzar la voz sólo lo tiene Ana Belén. ¿Me sigues...? Entonces, si estás más calmado, ponte en contacto con Ramón y que te deje escuchar «España, camisa blanca». Luego apúntate a un campamento de fin de semana con los boys scouts. Necesitas oxigenar.
Antich.- Si ja la prenc, a la serena...! A Algaida he sembrat una perera i un albercoquer.
Zapatero.- Muy bien, así me gusta. Y encended las bombillas en la calle Pureza. Que no se nos diga que no estamos optimistas.
Antich.- Trob que si jo i na Francina anam a escoltar la Sibil·la, ja n'hi ha prou.
Zapatero.- Nada, nada. Haz lo que te digo. Esmérate, que a poco que te descuides Ramón se va a comer el mundo.
Antich.- De acuerdo. Felicidades, presidente.
Zapatero.- Muy bien. Muchas gracias. Sonsoles y yo nos llegaremos hasta León a ver si nos ponemos morados con un buen cocido maragato. Y viva España...
Antich.- Home, president...
Zapatero.- Ya sabes: camisa blanca de mi esperanza, donde entendernos sin destrozarnos, donde sentarnos y conversar. Este muchacho, Ramón, ha dado en el clavo con lo de Ana Belén. Casi tanto como Pemán con El cara al sol...
Antich.- ... (clic).